El perdón es la fragancia que derrama la violeta en el talón que la aplastó. 
(Mark Twain)

-VIGÉSIMO PRIMER DÍA DE PRÁCTICA DE SOLTAR, DEJAR IR

SOLTAR LA CULPA, ENTREGARTE AL PERDÓN

Si vas a criticar a alguien acuérdate primero del «Sócrates»· y su reflexión de las tres rejas:

El joven discípulo de un filósofo sabio lo visita y le dice:
-Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de alguien con malevolencia.
¡Espera! lo interrumpe el filósofo ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
¿Las tres rejas?
Si. La primera es la VERDAD. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
No. Lo oí comentar a UNOS vecinos.
Al menos lo habrás hecho pasar por le segunda reja, que es la BONDAD. ¿Es bueno PARA alguien lo que me vas a decir?
No. en realidad no. Al contrario…
La última reja es la NECESIDAD ¿Es necesario HACERME saber lo que tanto te inquieta?
A decir verdad, no.
Entonces, dijo el sabio sonriendo, si no es VERDADERO, ni BUENO, ni NECESARIO, sepultémoslo en el olvido.

Si todo sale de nosotras mismas y vuelve a nosotras mismas, ¿Qué responsabilidad tenemos de este mundo en el que vivimos? ¿Qué le sucede a un ser humano cuando, desde un acto de esperanza, abandona todo por cuanto ha luchado, todo aquello que lo identifica, sus creencias, sus raíces…. y busca un lugar nuevo desde su alma apasionada? ¿Cuál es el momento que impulsa al ser humano a seguir viviendo, aunque con ello muera por no dejarse vencer? ¿Desapego? ¿Motivación? O ¿Una total y absoluta creencia en el renacer de un nuevo mundo, una nueva vida? ¿Una total y absoluta voluntad forjada en hierro inquebrantable y orientada hacia un futuro lleno de «esperanza»? No olvidemos que los seres de este mundo, estamos destinados a compartir, a vernos, a rozarnos, a sentirnos los unos a los otros sin límites. Éstos, los pone el miedo, la culpa, el ego…… Perdonar nuestro pasado, abandonar nuestras creencias limitantes, soltar esa mochila llena de objeciones, de losas oscuras y pesadas, de sentimientos heredados de un lugar que ya ni recordamos…. es más que un acto de fe, es un acto de amor de urgencia.

“Somos responsables en un ciento por ciento de todas las experiencias que vivimos, nuestros pensamientos de hoy crean las experiencias del mañana” y que “El presente es el único momento del cambio, el pasado ya no existe”.

Y seguimos tomando consciencia de lo importante que son los verbos. Ya eres consciente de que es importante poner sentido a lo que pensamos y sentimos sin juzgar o razonar sino desde la mirada y la observación de elegir la paz. Elegirte como prioridad para llenarte y de esta forma poder dar.

Nada parece lo que parece, ni siquiera cuando crees que parece, es real lo que parece. La esencia de las cosas va mas allá de la apariencia y es ahí donde podemos distinguir, si atendemos, la realidad de lo que creemos que parece.

 

Maku Sirera Pérez

 

El libro » un curso de milagros» nos dice que cada vez que pensamos en atacar a alguien es como si estuviéramos sosteniendo una espada sobre la cabeza de esa persona. La espada, sin embargo, no cae sobre ella, sino sobre nosotros. Como todo pensamiento que tenemos se refiere a nosotros mismos, condenar a otra persona es autocondenarnos. Cuando alguien se comporta sin amor, cuando alguien nos grita, o nos miente, o nos roba, es que ha perdido el contacto con su propia esencia. Ha olvidado quién es. Pero todo lo que alguien hace, (dice un curso de milagros), es o bien «amor o una petición de amor». Si alguien nos trata con amor, no hay duda de que el amor es la respuesta. Si nos trata con miedo, hemos de ver su comportamiento como una petición de amor.

El sistema penitenciario estadounidense ejemplifica la diferencia filosófica y practica entre percibir el pecado o percibir el error. Consideramos culpables a los criminales e intentamos castigarles. Pero todo lo que les hacemos a los demás, nos lo hacemos a nosotros mismos. 
Las estadísticas son la dolorosa prueba de que las prisiones son escuelas del crimen; una enorme cantidad de crímenes los cometen personas que ya han pasado por la cárcel. ¿Significa esto que hemos de perdonar a un violador, decirle que entendemos que tuvo un mal día y mandarlo a su casa? Por supuesto que no. Deberíamos pasar de percibir las prisiones como lugares de castigo a percibirlas como lugares de rehabilitación y reinventar personas. (JUSTICIA RESTAURATIVA).

El perdón es el arte marcial de la conciencia. Cuando devolvemos el ataque, y la defensa es una forma de ataque, iniciamos una guerra que nadie puede ganar…
Tanto si eres el primero en golpear como si devuelves el golpe, eres un instrumento del ataque y no del amor, así no puedes cambiar el mundo.

(Fragmento de «volver al amor» Marianne Williamson.)

 La oscuridad es simplemente la ausencia de luz y el miedo no es más que la ausencia de amor. No podemos liberarnos de la oscuridad golpeándola con un palo, porque no hay nada que golpear. Si queremos liberarnos de ella, tenemos que encender la luz. De la misma manera, si queremos liberarnos del miedo, no lo conseguiremos con él, debemos elegir el amor.
La paz es el resultado del perdón. El dolor no proviene del amor que los demás nos niegan, sino más bien del amor que nosotras nos negamos. En la medida que comienzas a no juzgar, comienzas a sentir calma.

Entre luces y sombras va creciendo el ser humano. Las sombras sustentan nuestras luces y las ayudan a crecer grandes e inmensas. Reconociendo cada parte de nosotras mismas es cuando somos y estamos, creando conciencia de quién deseamos ser y eligiendo el camino por el cual queremos transitar. Luces y sombras nos completan y nos complementan para sentir lo humano y lo divino que habita en nosotros.

La llave para llegar al “PERDÓN” es “SOLTAR«

SOLTAR el pasado, soltar el personaje que nos ancla, soltar sentimientos o pensamientos y a las personas que decidimos en algún momento dejar allí, es una de las acciones más saludables que el ser humano puede llevar a cabo. Si alguien se quedó atrás, no volvamos a colocarlo delante en la misma posición y con la misma frecuencia e intensidad. Transformar nuestras emociones, nuestra mente y nuestras acciones en paz y quietud, es vital para transitar por el camino de la felicidad. Cerrar ciclos, cerrar historias, soltar momentos, soltar pasados, soltar emociones, cortar lazos, romper cadenas emocionales, soltar mochilas que no son nuestras y voluntariamente las hacemos nuestras por miedos, es una acción de urgencia vital. Es más sencillo de lo que pensamos. Si quiero, puedo. Si no puedo, es que no quiero.

¿De verdad que quieres ser feliz? ¿Sí? Pues SUELTA tu pasado y  PERDÓNATE.

Cuando digo “PERDÓNATE”, me refiero a que si piensas en algún momento que te has equivocado o que tus elecciones del pasado no han sido las correctas, lo que estás fabricando es un lugar idóneo para Ego, estás en las mazmorras de Ego, en lo profundo y oscuro de su castillo, donde habita la culpa. Te sientes incorrecta y de esta forma, condenas una parte de ti, te condenas, condenas esa parte de ti del pasado que eligió aquello que condenas. Todo esto son creencias limitantes que ya sabes que las fabrica Ego. Nada más lejos de la realidad que se acerca al amor. Te recuerdo que eres inocente y totalmente amada en todo momento, hiciste las cosas de la mejor forma que sabías hacerlas en ese momento, eran las mejores decisiones que podías tomar, sabiendo lo que sabías, “NO PODÍA SER DE OTRA MANERA”, si ahora lo puedes ver de otra manera, ¡CELÉBRALO!, gracias a esas elecciones, hoy, puedes observar las cosas desde otro lugar, con otra mirada y tus elecciones son diferentes. “PERDÓNATE” y deja de condenarte, deja de machacarte, deja de repetir en tu diálogo interno y con tu proyección de miedos, que te equivocaste. ¡DÉJATE EN PAZ!

ERES PERDONADA MUCHO ANTES DE NACER

Sal de las mazmorras de ego a campo libre, reclama el poder que habita en ti, confía en tus guías espirituales que habitan en ti, en tu corazón y en tu mente amorosa y sal al mundo con la inmensidad de lo que eres. Desde esa inmensidad, coloca los pies en la madre tierra y reclama su poder, sus sustento, siente que te sostiene hagas lo que hagas y “déjate en paz”. Siente su poder conectado a tu ser.

El poder de la energía, ya sabes que el universo lee tu energía y que tus escenarios de vida o son fabricados por Ego o creados desde el amor.  Sentimiento, pensamiento, palabra, acción, todo es energía generada por nosotras y comunicada hacia el exterior. Desde nosotras hacia el mundo. Los escenarios vividos son el reflejo de lo sentido. Los demás nos ofrecen lo que nosotros NOS damos y damos. Son regalos de vida. Son espejos que nos facilitan el autoconocimiento.

¿Cómo le pedimos a los demás que nos respeten si nosotras no nos respetamos?

¿Cómo le exigimos a los demás que nos amen si nosotras no nos amamos?

La responsabilidad de una vida plena y de respeto hacia nosotras mismas es nuestra, cien por cien y únicamente nuestra.

¿Le entregaríamos a cualquier persona  nuestra mascota? ¿A nuestros hijos? ¿Y nuestro coche? ¿Nuestro reloj favorito? ¿Algo que apreciamos mucho? ¿Lo daríamos sin más? ¿Sin saber si estará bien cuidado? Entonces, ¿Por qué entregamos nuestra alma a una persona que se muestra y nos dice palabra hirientes, que no es cuidadosa con sus acciones o palabras? Cada acto que realizamos en nuestra vida está en juego nuestra alma y con ella, la vida.

Desde «un curso de milagros» se reconocen varios pasos para llegar a sentirnos unidos, en unicidad y en el todo, pasos para llegar al PERDÓN y vivir sin la necesidad de contemplar tal posibilidad cuando amas desde la aceptación y la integración. El PERDÓN como liberador y sustentador de todo lo que somos, integrando las sombras, las luces, la máscara social y humana, el personaje, en definitiva, amar sin expectativas, aceptando hasta lo que podríamos juzgar como inadmisible, con la solución del amor como herramienta, como llave, como puerta, como ventana, como acceso a ese mundo anhelado y añorado por toda la humanidad.

Escribe en tu libreta de SOLTAR aquello que sientes que no puedes perdonar de los demás. Piensa en personas o experiencias que no has perdonado o que, aunque sientas que no las odias o no les guardas rencor o cualquier otro sentimiento negativo, no estás en paz con ellas. Describe qué es lo que te mantiene alejada o con sentimientos carentes de paz. Comienza colocando “YO”.

Yo haría esto de esta forma.

Yo no hubiera hecho esto jamás.

Yo estoy segura de que esto es así.

Yo nunca haría tal cosa.

Yo tengo la razón absoluta de esto.

Pasa lo que has descrito por las pregunta de “THE WORK” que vimos en el día VIGÉSIMO

Pregúntate también, en el caso de que digas las palabras nunca, siempre o jamás, si realmente es ¿Nunca? ¿Siempre? ¿Jamás? Y vuelve a pasarlo por las preguntas de “THE WORK”.

Seguidamente

CAMBIA «TÚ» POR «YO ME PERMITO»:

Tú eres… Tú me has hecho… Tú me provocas… Tú estás… Tú me haces sentir… Tú me niegas…

Yo soy… Yo me permito que me hagas… Yo me permito que me provoques… Yo me permito estar… Yo me permito que me hagas sentir… Yo me permito que me sienta negado…

Una vez escrito, lee en voz alta y detén tu pensamiento, respira y pregúntate…

¿QUÉ NO PUEDO PERDONAR AHORA? ¿EN QUÉ MEDIDA ESTOY SUSTENTANDO ESTA SITUACIÓN O EXPERIENCIA? ¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO ESTO QUE VIVO O SIENTO?

Una vez has respondido a todo y escrito lo que te viene a la mente o al corazón, PERDÓNATE”, es a la única persona que debes PERDONAR. Lo demás se dará fácilmente una vez que te dejes en paz y te perdones. Arranca todo lo que has escrito en tu libreta de SOLTAR. Hoy has llegado al día 21 de SOLTAR, LIBERARTE y DARTE PERMISO PARA VIVIR.

Con esto que has escrito y arrancado, forma pequeñas pelotitas de papel. Busca una papelera o una caja de cartón, algún recipiente que no te sirva o que le tengas poco aprecio pues, después de este ejercicio, tendrás que llevarlo al contenedor más cercano a tu casa conjuntamente con las pelotitas.

Coloca la papelera o lo que hayas elegido como contenedor en el suelo a una distancia de 2 ó 3 metros de ti y colócate de espaldas al contenedor. Con los ojos cerrados e impulsándote con el brazo dominante, echa hacia atrás las “pelotitas” que has formado con las hojas de papel que has arrancado de tu libreta de SOLTAR, intentando que entren en el contenedor. Antes de echarlas hacia atrás e intentar introducirlas de este modo en el contenedor, lee lo que has escrito en la pelolita y di esta frase

GRACIAS POR LA OPORTUNIDAD DE SER LA PERSONA QUE SOY HOY. GRACIAS POR LA EXPERIENCIA VIVIDA. GRACIAS POR PERMITIRME EL APRENDIZAJE Y LA VIDA. HOY, ME PERDONO Y ME AMO, ACOJO LO QUE CREÍ QUE ERA TUYO, TOMO MI PARTE DE RESPONSABILIDAD Y DEJO LA TUYA CONTIGO Y TE BENDIGO Y ME BENDIGO. HONRO LO QUE FUE, TAL Y COMO FUE. ELIJO LA PAZ AHORA. ME PERDONO, ME BENDIGO Y BENDIGO LO QUE SUCEDIÓ 

Una vez terminado, date la vuelta y observa cuantas han caído dentro del contenedor y se consciente de que, de la misma forma que tu intención ha sido el introducir cada pelotita dentro del contenedor y el resultado no ha sido el deseado, igual es el resultado que obtienes cuando condenas a los demás o te condenas a ti y quieres que así llegue la felicidad a tu vida. De espaldas a la vida, no se acierta vivir, por muchas habilidades que desarrolles, por muy buena intención que le pongas, por mucha concentración que dispongas, la mayoría de tus tiradas caerán fuera del contenedor de la vida.

CONDENAR A LOS DEMÁS ES COMO SI TE MUERDE UNA SERPIENTE Y CORRES DETRÁS DE ELLA , EN VEZ DE DETENERTE A ELIMINAR EL VENENO QUE HAY EN TI.

Date la vuelta, responsabilízate de tu energía, mira de frente a la vida, acércate a ella y abrázala.

Recoge las pelotitas y el contenedor y despréndete de todo esto, acercándote al contenedor más cercano a tu casa, dando la gracias por ser la persona que eres hoy, gracias a las experiencias vividas ayer y sobre todo a permitirte el PERDÓN  y PERDONARTE, lo puedes ver de otra forma.

En tu libreta CREADORA escribe la siguiente afirmación, busca un trozo de hilo de lana de color rojo y átalo alrededor de tu muñeca izquierda, haciendo 7 nudos y leyendo en voz alta  esta afirmación mientras atas los nudos.

Yo, hoy, «ME PERDONO», me perdono por cometer acciones que han parecido inadecuadas o quizá lo han sido. Me perdono por no ser consciente de que el tiempo pasa y lo que dejamos atrás no vuelve. Me perdono por no haber amado con la intensidad que deseaba por miedo a ser rechazada o abandonada. Me perdono por no haber sido capaz de comprender el amor de quienes me amaban y he dedicado tiempo a quién no lo hacía. Me perdono por no saber decir «no» sin sentirme culpable. Me perdono por no haber trabajado por todos mis sueños. Me perdono por haber permitido el maltrato, la burla o el desprecio a mi ser. Me perdono por haber olvidado que un día fui niña. Me perdono por no ser consciente de que mis decisiones de hoy me llevan a lo que viviré mañana. Me perdono por todo lo que no soy consciente que debo perdonar. Me perdono por no haber evitado el sufrimiento, por las lágrimas que he provocado y derramado, por el tiempo que con esperanza me han dedicado y no he sabido apreciar. Me perdono por no darme AMOR. Hoy, me perdono por haberme condenado, por haber sentido que soy incorrecta o culpable. Hoy, por todo eso y por mucho más, » ME PERDONO Y ME AMO». Amo y perdono mis imperfecciones que me hacen perfectamente humana… ¡Hoy, me PERDONO, me BENDIGO y me AMO!

Escribe las siguientes afirmaciones en tu libreta CREADORA y déjalas debajo de tu almohada. Antes de irte a dormir, durante otros 21 días, léelo. Si te ha ocurrido alguna circunstancia o experiencia a lo largo del  día, carente de paz y/o perdón, léelo con más atención y PERDÓNATE”.

El Curso” invita a realizar ejercicios diarios tanto sobre las personas que nos rodean (sean quienes sean), como sobre los objetos, cosas, animales, etc, aunque en definitiva, van dirigidas hacia ti y tu toma de consciencia, a mantenerte en la presencia y eligir el amor. Cada momento que seas consciente de que te encuentras en un estado egótico, estas reflexiones te ayudarán a elegir la paz.

                .- Estos pensamientos no significan nada, este pensamiento acerca de _______ no significa nada. No estoy enfadado con____ por la razón que creo. No hay disgustos pequeños, todos perturban mi paz igual.

                .-Estos pensamientos tienen el significado que yo elijo otorgarles. El sentir enfado es un pensamiento al que yo le otorgo poder, nada tiene que ver con el exterior o con los demás. Los disgustos son significados iguales, a todos los elijo mantener para renunciar a mi paz.

                .-Suelto el control y confío, todo está como tiene que estar y es perfecto en mi mundo de posibilidades. Me perdono y suelto, dejo marchar la elección de sufrir y me manifiesto en la paz, soy paz.


Te ayudará a comprender el PERDÓN leyendo detenidamente esto que a continuación te detallo:

  • ACEPTACIÓN: Atiendo y recojo mi sentir (sensibilidad)
    • Rabia, ira, dolor, tristeza… le doy lugar a esa emoción o sentimiento, sin pasar de puntillas u obviar e ignorar, abandonando el miedo a sentir, a reconocer, a otorgar que soy humana, sin racionalizarlo, sin enjuiciarlo, solamente sentir y reconocer, dar un lugar a lo que siento. Acepto mi sentir, me dejo sentir, yo siento.
  • RESPONSABILIDAD: (tú) Me responsabilizo.
    • Entiendo y concedo compresión a mi sentir, todo conflicto está en mi mente, no existe, está ahí por ser una proyección de mis creencias y así las elijo sustentar. Puedo elegir dejar de proyectarme como víctima de la vida y asumir mi responsabilidad. Lo que provoco con este sentir, nada tiene que ver conmigo y con el amor hacia mí, sólo es un programa al que yo le estoy otorgando sentido. Elegir quitarle el único poder que tiene que es mi atención en la intención de la mente, es responsabilidad mía y está en mi mano. Tristeza, dolor, miedo, inseguridad, culpa, castigo…
  • NO SÉ (desde la aceptación de mi inocencia).
    • Acepto que no sé, no sé desde dónde lo he creado o proyectado ni porqué ni para qué.  Acepto que es mejor que suelte el juicio, el control de la situación, de la mente, de la razón, que no sé de TU INTENCIÓN NADA, que no sé de TU NECESIDAD NADA, que no sé de TU PROCESO DE VIDA NADA, que no sé de TU NIVEL DE CONCIENCIA NADA, que «NO SÉ». Elijo ver las circunstancias de otra manera. Elijo ver al otro de otra forma, desde un gran «NO SÉ», que me conecta con la comprensión, la unión y el PERDÓN hacia mi misma y a hacia el otro.
  • ELIJO VER DE OTRA MANERA: Elijo, decido elegir, detenerme, atenderme y elegir ante cualquier situación.
    • ME abro al silencio, a no querer tener razón, a  ser reflexión. Recojo mis capacidades y les otorgo un lugar en el sentir desde la inocencia y el respeto a mi alma. Abro mi capacidad de creación y de conexión esencial. ME entrego a algo más grande que yo que habita en mi interior y me conecta con el amor, con la inocencia con la que vine a este mundo y soy. Sé que puedo elegir crear desde mi esencia, desde mi inocencia, desde el confiar que todo está bien y es perfecto en mi mundo de posibilidades.  Observo a Ego, le doy lugar, le concedo el abrigo de la aceptación y  elijo mirarlo  desde la inocencia de lo que soy, sin resistencia, sin obviarlo, sin ignorarlo. Sé que el conflicto que estoy proyectando en otro es conmigo misma, puedo elegir seguir y dejar que el ego actúe, sabiendo que el ego no hace amigos y es cien por cien «asesino emocional» o bien, puedo elegir entregarlo a mi ser, a mi parte amorosa y OTORGARME EL PERDÓN, cambiando la mirada, la percepción y el resultado de todo. Elijo crear y proyectar desde el amor que todo ser humano lleva consigo.
  • CONFÍO: El perdón se sirve en bandeja propia y nutre lo que soy.
    • Todo pasa por una razón, tanto lo que sucede como lo que no sucede tiene un «para qué» en mi vida. Acepto que los escenarios que estoy viviendo se representen con experiencias que elijo vivir para mi aprendizaje. Confío en el proceso que vivo en el momento, tomo consciencia de mi inocencia, del cambio de mirada hacia las experiencias, de la aceptación de mi sentir y de que no sé lo que el otro dice, hace o necesita, ni en qué lugar de su propio proceso se encuentra, ni tampoco cuál es su nivel de conciencia en el momento de mi proyección. Confío en mi sabiduría esencial, sin evaluaciones, sin juicios hacia mí, ni hacia nadie. Confío en algo más grande que habita en mí, desde mucho antes de habitar mi cuerpo.
  • SOLTAR: Nada me pertenece.
    • Suelto las expectativas que deposito en los demás, suelto los juicios, suelto las creencias; las necesidades, el reconocimiento, la aprobación externa, las pertenencias. Suelto mi resistencia a querer tener razón. Suelto las armas, la lucha, las guerras internas que proyecto con los conflictos que mantengo y sustento. Suelto la culpa, el castigo, la fustigación, la mortificación, el atesoramiento del dolor, la adicción al confort de la inmovilidad emocional. Suelto, suelto y suelto y me libero. Me libero del lastre del odio, del rencor y del miedo. Suelto el mantener y sostener algo que no tiene sentido, que no me lleva por el camino de la felicidad, al que tengo derecho completo.
  • PERMITIR: Me permito y me amo.
    • Permito la abundancia del Universo, el amor que todo lo envuelve y crea. Permito la prosperidad, la abundancia, el amor, la riqueza, el sentir, el vivir, la vida. Permito que el Universo me llene de la abundancia a la que tengo derecho y me corresponde. Acepto desde el PERDÓN  hacia mi misma y hacia todo lo que elijo proyectar. Me permito soltar, aceptar e integrar en mí el concepto de la abundancia del amor. Elijo el PERDÓN, elijo la PAZ.
  • AGRADECER:
    • Suelto, permito y agradezco. Agradezco desde que mis ojos se abren a la vida, hasta que decido elegir cerrar un día más vivido, desde la abundancia del PERDÓN y del amor. Agradezco cada persona que aparece en mi camino, pues trae para mí una lección o una bendición. Agradezco que cada experiencia vivida hace de mí un ser completo y lleno de abundancia, hacia mi propio proceso. Agradezco cada acto, cada encuentro, cada momento, experiencia o circunstancia que recoge en mí todo un potencial como ser humano, como ser divino y como alma abundante de amor.

Y lo más importante de todo es que sientas el perdón desde la mirada del «AGRADECIMIENTO» y “SOLTAR”, como un regalo hacia tu persona.
– Si insultas… perdónate.
– Si levantas la voz… perdónate.
– Si quisiste hacer algo y decidiste hacer otra cosa y esto te pesa… perdónate.
– Si te sientes culpable… perdónate.
– Si sientes miedo… perdónate.
-Suelta tu pasado, suelta la inutilidad de sufrir, suelta la elección de atesorar las circunstancias por el hecho de querer tener razón y PERDÓNATE.

Otorgar perdón hacia los demás te posiciona en un nivel de superioridad que nada tiene que ver con el amor y se acerca más de lo que piensas o crees al ático de Ego. Si alguna persona te pide perdón, lo mejor que puedes decirle es que piense que a la única que debe otorgarle perdón es a ella misma y regalarle la compresión de que “es más de lo que cree ser” y luego soltar este pensamiento y esta elección, bendice a la personas, la experiencia, el escenario y a ti. Lo que suceda ya no es cosa tuya. ¡¡Soltar y perdonar!!

SOMOS PERDONADOS ANTES DE NACER

Maku Sirera Pérez