El tiempo y yo tenemos una relación estable en el tiempo, él sucede y yo transito.
Maku Sirera Pérez
LA IMPORTANCIA DE LA INTIMIDAD EN LA RELACIÓN PROPIA
Por intimidad me refiero a regalarte momentos únicos contigo misma, en el silencio de tu propia consciencia y atendiendo a tu diálogo interno. Espacios buscados para la atención en una misma, para conocerte, para escucharte, para cuidarte, para atenderte, para disfrutarte, para pasar tiempo contigo.
Tiempo, eso que se define como magnitud física medible y sin embargo, es sabido por todos que no existe. ¿No existe? ¿En serio?
El tiempo, inexistente, que no se puede recuperar cuando sucede, ni siquiera se puede atrapar cuando está sucediendo, va marcando nuestros acontecimientos, nuestros escenarios y, mucho o todo, de nuestra vida.
El tiempo no se puede atrapar, quizá porque no existe… o quizá porque no es algo, no es una cosa, ni una persona, ni un objeto, aunque he de decir que engloba todas esas cosas en mi sentipensamiento cuando observo pasar el tiempo.
¿A qué o a quién le dedicamos el tiempo?
Sabemos que cuando cambiamos de vida, cuando hemos cumplido nuestro propósito en este mundo de formas y elegimos volver al amor, nada nos llevamos excepto lo sentido. Ni nuestra casa, ni nuestras cosas, ni nuestros seres queridos, ni siquiera nuestro cuerpo nos llevamos. Acudimos a esta maravillosa forma de vida desde la nada y volvemos al amor sin nada, aunque, he de confesar que, yo sí creo que nos llevamos mucho, que volvemos a otra forma de vida que reconocemos en paz, en la quietud del amor que somos, con más de lo que podemos imaginar, y en ese lugar sin formas, volcamos nuestros sentires vividos, expresados, ocultos, mostrados, escondidos, todo acontecimiento sentido en el corazón, se queda cobijado al calor del alma, para luego, cuando volvemos, ser esperado «como agua de mayo» para bendecir y agradecer cada segundo sucedido.
El tiempo transcurre, aunque no somos conscientes de su efecto, hasta que su medida ha sido casi agotada. El tiempo transcurre a su ritmo, que quizá nunca es el mismo ritmo que el nuestro. El tiempo nos mide en la oxidación de su paso, nos observa desde su paciente mirada y nos cuenta su implacable presencia.
Un bien preciado de los seres vivos, de esta vida en sí misma y sin embargo, no somos conscientes de su importancia y de su agotabilidad, hasta que se encuentra en reserva.
Para cambiar los pensamientos posibilitando el encuadre del valor del tiempo, y tomar consciencia de la importancia de la dedicación a ese suceder, utilizaremos las afirmaciones.
Una afirmación es un pensamiento positivo que elijo introducir en mi mente de manera consciente, para obtener un resultado deseado.
El cambio, no se produce con el simple paso del tiempo sino con lo que hacemos con él, eligiendo colocar nuestra intención y atención en trascender nuestros sentipensamientos.
Las afirmaciones, son una práctica de autoconocimiento poderosa.
Indicaciones para las afirmaciones:
- Formúlalas en tiempo presente, positivo y afirmativo. Eligiendo tu atención en lo que deseas que suceda. Incluye tu nombre.
- Escríbelas durante 7 días, por lo menos 10 veces al día. En realidad funciona mejor 70 veces 7, durante 7 días.
- Hazlas en primera persona del singular e incluye tu nombre siempre que sea posible.
- Trabájalas con la emoción. Respira, detén tu hacer y déjate sentir por lo que estás expresando. Incluye todo lo que surja mientras las escribes; “esto es posible”, “lo merezco”, “yo, (incluyendo el nombre) soy paz… o calma… o amor… o reconocimiento… etc..»
Por ejemplo:
Yo (nombre) he dejado de fumar.
Esta frase sería una afirmación o mantra altamente poderosa, si se desea este resultado.
—–Yo, «NO» quiero fumar más.- Ya sabemos que nuestra mente, como el Universo, no lee el «NO», no lo detecta, no lo reconoce, no existe.
De esta forma estaríamos diciendo —–Yo, quiero fumar más.- algo que deseamos evitar e incluso cambiar, será inevitable volver a hacerlo.
El poder de las afirmaciones o mantras, para generar cambios a todos los niveles, radica en lo positivo, afirmativo, imperativo, constructivo y presente de la frase y la repetición de la misma.
YO VALGO.
YO MEREZCO.
YO SOY SUFICIENTE.
Maku Sirera Pérez
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