En las manos de mi corazón sostengo el mundo, y es mi alma la que abriga el calor de ese encuentro. Al sostener comprendo, al abrigar entiendo.

Maku Sirera

COMPRENDER – ENTENDER – RECOGER

 

Todo lo que doy, es a mí misma a quién se lo doy.

La Ayuda que necesito para comprender que esto es verdad, está conmigo ahora.

Y confiaré en Él plenamente. (UCDM)

 

El primer principio de todo aprendizaje de vida, desde el concepto de la toma de consciencia, es que “Somos responsables en un ciento por ciento de todas las experiencias que vivimos, nuestros pensamientos de hoy crean las experiencias del mañana” y que “El presente es el único momento del cambio, el pasado ya no existe”.

COMPRENDER

Al COMPRENDER que todo lo que damos nos lo damos a nosotros mismos, ENTENDEMOS que los demás no están separados de nosotros. Sus peticiones de AMOR están estrechamente relacionadas con las nuestras. RECOGERLOS como “pedidores” afecta a nuestra percepción de nosotros mismos. Condenar su pecado, (*1) nos condena a nosotros y perdemos nuestra paz mental.

Cuando comprendemos todo esto y creemos en ello, ENTENDEMOS y PERDONAMOS de manera natural.

Nos damos cuenta y somos conscientes, de que juzgar a alguien nos produce culpa y pérdida de paz, y lo único que estamos buscando es nuestra propia inocencia, cosa que no sólo tenemos ya, sino que «somos INOCENTES desde el principio de los tiempos», siendo innecesario entonces el juicio.

La primera reacción que elegimos experimentar al comprender, que la manera en que vemos a la otra persona es la manera en que nos vemos a nosotros mismos, es la de NO querer y por tanto tenemos la opción de NO elegir vernos de esa manera.

Aprendemos rápidamente a sentir que las acciones de su ego no son errores, sino peticiones de AMOR estrechamente relacionadas con nuestras propias peticiones de AMOR, en este instante, es cuando podemos elegir cambiar la mirada hacia la otra persona y hacia nosotros.

El libre albedrío siempre se encuentra en nosotros, alrededor de nosotros y con nosotros. Ya he explicado que el Universo, es un lugar amoroso y respetuoso con nuestro hacer y sentir, sin embargo Él, que siempre ES constante AMOR, también es incansable, no conoce el abatimiento para mostrarnos constantemente, el potencial al que estamos destinados a Ser, siempre está dispuesto a mostrarnos el camino para Ser Paz, para Ser AMOR y dejará a nuestra entera elección, el decidir elegir vernos desde el AMOR o desde el TEMOR.

Una de las herramientas que se sirve el AMOR es el espejo. El reflejarnos en los demás y ser capaces de recogerlos, respetarlos y amarlos y es ese instante, cuando todo aparece y se convierte en nosotros mismos y en nuestro interior, tenemos la oportunidad de ser UNO EN EL AMOR.

COMPRENDEMOS, que nuestra actitud de juzgar, tiene un efecto interpretado sobre el comportamiento de los demás, y entonces, en un acto de AMOR absoluto hacia nosotros, elegimos cambiar nuestra actitud, tomamos consciencia de nuestra grandeza. Cambiamos nuestros pensamientos y nuestra relación con ellos y con nuestras emociones, para tener un efecto amable, en lugar de un efecto de separación.

Reconocemos que no estamos separados, sino que compartimos el mismo trabajo de vida y conocimiento, para gestionar e integrar nuestros propios miedos y temores, al igual que compartimos la liberación de ellos.

Comprender, es elegir la observación en el otro desde el otorgar y respetar lo que veo, lo que observo, recogiendo lo que siento cuando parece que anda suelto y sin embargo se encuentra adherido a una emoción.

Comprender, es un regalo hacia el otro, hacia el espejo de la vida que queda envuelto en algo que, desde el primer instante de caridad, no nos pertenece.

Comprender, es entregar un abrigo que todos llevamos guardado en algún lugar propio, al alma del otro para cobijar sus ilusiones o simplemente, respetar que el otro no quiera abrigarse y con ese devolver entender soltarlo.

Comprender, es un regalo que obsequiamos, sin tener la más mínima idea de que pasará con el comprender cuando ya no está en nosotros. Un regalo de ida que no tendrá vuelta y estará bien y será perfecto en las manos del otro o en las puertas de su alma, si así lo decide dejar en un momento.

Comprender, que NO entender, es soltar el control, soltarlo; respetar aún cuando nuestro acuerdo, no es lo que vemos o experimentamos.

Comprender, es sonreír dando amor sin causar los vientos del odio.

Comprender, es entregar, superar, trascender, regalar, obsequiar, otorgar, dar, es un acto que sale de nosotros hacia todo lo exterior, experimentando el desapego y practicando el amor altruista, con una magnitud incalculable.

Desde el comprender, obtenemos la esencia del puro amor entendiendo y este verbo, si está en nosotros.

ENTENDER

Entender, es tomar consciencia de nuestra existencia infinita e inmortal de vida, entender desde la comprensión otorgada, es encontrar las puertas hacia el milagro de vida dentro de nosotros, hacedores de milagros constantes, que guardamos el gran secreto de la vida eterna.

Entender, es acariciarnos, es cuidarnos desde el respeto de la diversificación de lo relativo, sin olvidar ni un instante, que somos un todo indivisible, y ese entendimiento, nos abre la mirada al amor, que ya habita en nosotros desde el instante primero antes del nacimiento.

Entender, es hacernos un gran regalo de conocimiento, un gran presente en el presente, que nos llevará incansablemente al futuro, al camino del encuentro entre almas de un mismo cielo, que habita en cuerpos esperando la comprensión y llegando al entendimiento.

Entender, es agrupar, es consensuar criterios, es aunar una parte de nosotros, al todo que forma el universo.

Entender es, aún cuando no estamos de acuerdo, abrir grandes horizontes de colores amplios e intensos, que le dan pasión a nuestros escenarios para que entre aire limpio, fresco y nuevo.

RECOGER

Entender después de comprender es recoger, nos regala un billete directo al poder del amor del universo.

Comprender sabiendo que habrá entendimiento, es recoger entre los brazos del alma la vida y con ella, el respeto de todo ser humano, de todas las especies con las que habitamos.

Recoger desde abajo o desde arriba, en el mismo nivel o en otro, recoger desde el cuidado, recoger con los brazos abiertos, sabiendo que nada de lo que obtenemos u ofrecemos causará ningún daño.

Hoy, yo, me comprometo, decreto una promesa conmigo misma y la integro en mí, un compromiso de recoger-me en mis emociones, en mis pensamientos, comprender-me y poner intención en el entendimiento de lo que siento, pienso y hago.

Hoy, yo, me comprometo a abrigarme todos los días de esta vida, en la comprensión del amor hacia mí misma y poner intención en el entendimiento para recoger el perdón.

Hoy, yo, elijo comprender cada instante de mi y de mi mente, de mi cuerpo y de mi alma, entendiendo que soy humana y que estoy acompañándo-me en este habitar de vida, día a día.

Hoy, yo, empiezo y comienzo una nueva relación conmigo misma desde el entendimiento de esta promesa, comprometiéndo-me a comprender-me, elegir-me, permitir-me, aceptar-me, perdonar-me y recoger-me en el poder de AMOR del Universo.

 

HAZLO AHORA

Compra una anillo, una pulsera, algo que vas a llevar contigo siempre y simbolice para ti este compromiso.

Crea una carta con él, que contenga la esencia de esta mirada y con estas palabras y añadiendo todo lo que sientas desde el amor hacia ti misma.

Es una carta tuya, para ti, es tu promesa de vida, un compromiso con tu amor hacia ti misma desde lo que ya has aprendido.

Escribe la carta a solas, guárdala debajo de tu almohada, duerme con ella, y al día siguiente, léela atentamente. Coloca en tu cuerpo, aquello que has elegido llevar siempre como sello y símbolo de este gran pacto de amor y luego, guarda esa carta o colócala donde a ti te resuene, donde tu sientas que tiene que pacer. Léela de vez en cuando si así lo sientes, para recodar (pasar por tu corazón), léela cuando sientas que debas hacerlo para encontrarte contigo misma, comprender que sigues amándote y entender desde el recogimiento del amor, que te amas.

Maku Sirera Pérez

*(1) Desde UCDM la palabra pecado tiene el significado de SEPARACIÓN