Los demás, son la proyeccion de lo que amamos o de lo que tememos.
Un Déjà vu en la presencia.
Maku S
¿Qué tiene que ver conmigo lo que estoy viviendo?
¿Cuándo hago, digo u ofrezco yo, esto mismo que recibo?
¿En qué medida sustento esta experiencia?
¿Qué parte de mí estoy negando?
¿Cuál es mi «YO IDEA»?
¿Y mi «YO IDEAL?
¿Cuáles son mis creencias, que se activan en esta experiencia que siento negativa?
¿Cuáles son mis miedos?
¿Y mis fustraciones?
¿Qué se activa en mi interior?
Saber que todo parte de uno mismo y regresa a uno mismo es pura magia de vida. Es tomar la grandeza que habita dentro de todos los seres humanos y vivirte en ella. Es saber que aquello que nos negamos y sacamos por la puerta de atrás (SOMBRA), regresa a nosotros por la puerta frontal (PROYECCIÓN), se coloca de frente, mirándonos a los ojos del alma y nos desafía en el amor que somos.
«TODO LO QUE EXPERIMENTAMOS VIVIR, ESTAMOS MÁS QUE PREPARADOS PARA TRANSCENDERLO AHORA«
Las personas que entran en nuestro escenario de vida, sólo cumplen con un acuerdo de almas y vienen a respetar nuestro pacto y facilitarnos nuestro crecimiento.
El crecimiento, depende de recordarnos en el amor propio y no en el odio al otro. Tomar consciencia de que el perdón envuelve cualquier experiencia con un velo, que quizá se antoje invisible, aunque su fuerza es indestructible y nos protege e incluso de nosotros mismos.
¿QUÉ NO PUEDO PERDONAR AHORA?
Tomar consciencia de que la experiencia nos invita a PERDONARNOS a nosotros mismos. Perdonar esa parte que creemos eliminar cuando negamos a otro.
Odiando a alguien porque creemos que ese alguien nos hizo daño, nos maltrató o nos hizo sufrir, es incapacitarnos y olvidar quién somos.
Es olvidar que en ese momento elegimos vivir esa experiencia, por razones que la razón no entiende y el alma sí, la llave hacia la luz propia, hacia la paz es reconocer que esa experiencia, que esa elección también somos nosotros, forma parte de quién somos y del aprendizaje de vida que hemos elegido, como mapa del tesoro.
El regalo es perdonar que un día nos odiamos creyendo odiar al otro, que en un instante negamos una parte de nosotros, creyendo odiar al otro, que nos separamos de nosotros mismos, creyendo odiar al otro. «PER-DONAR-NOS-DA», un pasaje directo a la paz interior y a la vida en calma.
El crecimiento, depende de la intención en la decisión de resolver desde nuestra capacidad de hacerlo, no en la intención del otro en destruirnos, ésto es sólo una proyección propia de ataque, que no tiene sentido afuera.
Observar nuestra capacidad.
Observar nuestra coherencia.
Observar nuestra grandeza.
Ser consciente de ese velo indestructible que nos envuelve en todo instante, que somos totalmente amados «SIEMPRE».
Agradecer el encuentro, desde el respeto y seguir caminando enteros y completos. Esa experiencia nos habrá ofrecido un regalo de vida, en la medida que elijamos permitirnos la mirada y el cambio.
La «ACEPTACIÓN» no es «RESIGNACIÓN»
Aceptación, es amar en totalidad, resignación, es albergar miedo en la oscuridad.
Los demás, son grandes fotografías de nuestras intenciones, nuestras creencias, lealtades y deseos. Lo que vemos, es sólo la captura del instante de lo que hemos venido a resolver o a disfrutar y esa materia donde se crean las imágenes, está fabricada con nuestras creencias inconscientes.
PER-DONAR, DAR LO QUE TENEMOS, DAR LO QUE SOMOS, DAR DESDE EL ESPACIO CREADO DEL YO AMOR.
«El otro, es la fotografía de nuestra consciencia«.
Maku Sirera Pérez
Comentarios recientes