Cuándo mamá ama a papá, yo crezco con amor en mi mirada. Cuándo papá ama a mamá, yo me siento digna de recibirlo.
Maku Sirera Pérez
En aquel momento, en un tiempo, en un lugar que no recuerdo, y sin embargo sé que te conozco desde siempre cuando te miro.
En un instante, desde una gran pacto de amor, nos elegimos para aprender juntos en la vida.
Como #padres, me estabais esperando respetando nuestros pactos. Como #hija, elegí los mejores padres, fue la mejor elección para mi propio propósito, para mi transcender, los mejores maestros para la escuela de mi vida. Nos reunimos en el momento, en el lugar pactados, y en el tiempo acordado.
¿Siete mil millones de personas en este lugar, en este momento… Cientos de miles de años y más… Constelaciones, estrellas, universos… En este planeta llamado «Agua», cientos de países y, coincidir?. ¿Coincidencia?… Yo no lo creo, ni tampoco lo pienso, ¿Y tú?.
Y en esta elección mía, y en vuestra aceptación, existía una elección mayor, otro pacto más entero encarnado en un ente ordenado, en un sistema llamado familia, como un orden planetario establecido con patrones de sustento, que nada puede enturbiar ni destruir.
LA FAMILIA PUEDE SER UNA TRAMPA MORTAL, O UN TRAMPOLÍN PARA LA VIDA, DEPENDE DE NOSOTROS. (Jodorowsky)
La familia nos acompaña con todos sus regalos, también con sus trampas, con sus encuentros, con sus pactos, con los recursos que, en plenitud, necesitamos para volver más fácil el aprendizaje elegido, nuestro transcender.
Los padres, componentes de conexión relacional, pertenecientes en el primer nivel de relación con nuestro mundo, nos conecta con él, mucho antes de tener consciencia de nuestra existencia y de nosotros mismos.
Los tres primeros años de la vida de un ser humano, estamos aprendiendo la relación con nosotros mismos y con el mundo a través de la mirada de nuestros padres. Nuestro consciente, cree ser mamá y papá y es, a partir del tercer año, cuando comenzamos a entender y a manifestar que somos alguien diferente a ellos. Sin embargo, nuestro comienzo de relación hacia el mundo, es a través de su lenguaje, el lenguaje de las creencias, las fidelidades, lealtades, programas y afinidades que hemos aprendido de ellos.
Seguiremos nuestro camino hacia el aprendizaje de un mundo dual, donde nada dual existe, desde la reparación o la repetición de lo que hemos aprendido de nuestros padres y además, lo que hemos heredado del inconsciente de nuestro sistema familiar.
Si damos por válido el comportamiento de uno de nuestros progenitores o de ambos, estableceremos, encuentro a encuentro, una lealtad o afinidad a su persona y con ello, quizá una repetición de patrones de comportamiento heredado.
Si no damos por válido su comportamiento, entonces nos colocaremos en el juicio, en la oposición y, aunque seguiremos en el mismo programa, nuestra conducta será manifiesta en la otra polaridad, creando un patrón similar envuelto en el ego, dificultando así las relaciones con el mundo que nos rodea.
¡NO ESTAMOS SOLOS, NUNCA LO ESTAMOS!
Acto de amor en esencia y en conciencia, que convierte esta elección en una bendición o en una lección elegida, en agradecimiento experiencial y vivencial, desde un …
¡TE CONOZCO DESDE SIEMPRE, LLEVAS IMPRESA MI ALMA EN TU MIRADA, QUE ME RESGUARDA. RECUÉRDAME!
Conociendo la historia de tu familia y la de cada uno de sus miembros, te conoces a ti mismo con toda la inmensidad, intensidad y presencia.
La familia es un lugar sin puertas ni ventanas, un gran lugar de aprendizaje completo en oportunidades de entendimiento y comprensión, un lugar para vivir desde la tolerancia y el respeto a la diversidad, un lugar dónde ejercer opiniones desde el desacuerdo, respetando el derecho a la expresión y la inclusión ideológica o emocional.
La familia, una gran biblioteca llena de archivos existentes de respuestas, ordenados y clasificados por rangos, jerarquías, nombres, fechas, pertenencias, patrones, estilos, géneros. En ella, existe toda la información de quiénes somos y de cómo, en muchas ocasiones, nos comportamos; aventuras, secretos, encuentros, filosofías, creencias, valores, dramas, acontecimientos, masculino, femenino, roles, polaridades, ordenes, jerarquías, hijos, niños, fidelidades, finalidades, repeticiones, patrones, programas, proyectos, duelos, denominadores en común, situaciones no dichas, hijos ocultos, y un sinfín de circunstancias vividas, desde varios puntos de visión y sentimiento, acontecimientos y encuentros que tienen un fin común entre todos los clanes familiares y es, que la vida continúe, preservar esa constelación humana.
La esencia de este gran ente es el «AMOR», la supervivencia desde la evolución y el perdón a lo vivido, que le da sentido a la humanidad.
La familia es un ente, que existía mucho antes de qué YO naciera y seguirá existiendo cuando YO no ESTÉ.
Las generaciones que nacen después de cualquier acontecimiento surgido, tienen el proyecto de sanar desde el poder de la evolución de la humanidad y el «AMOR».
Así es como el inconsciente del clan, «perteneciente» al inconsciente colectivo, crea el proyecto de miembros buscadores encargados de reconocer a sus ancestros, devolver el perdón y con él, la intención positiva del momento, ofreciendo la compresión, la inclusión y la integración de todos y todo cuanto ha acontecido.
No existen salvadores, existen buscadores de comprensión e inclusión y orden. Existen miembros integradores del pasado para comprenderlo, soltarlo y de esta manera seguir avanzando desde el desapego, hacia la libertad del amor familiar y propio.
Existen miembros que tienen la posibilidad de recoger este encargo, aceptarlo, permitirlo y convertirlo en camino de aprendizaje, regalando al clan la posibilidad de crear una mirada diferente a un acontecimiento que, en un pasado creó dolor, incomprensión, separación o falta de perdón.
Seguir fomentando el sentido de la humanidad y de la vida, el «AMOR» en toda su esencia, en lo esencial, «AMOR PURO» dirigido al SER y no a un ser en concreto, sino al SER y su esencia, a la expansión, a la evolución y a la vida.
Elegir recoger el testigo que se nos ofrece y con él, el conocimiento de nuestro clan, para disponer de la posibilidad de enriquecernos como personas y como aportación al cosmos.
Conocer la historia de nuestro clan y la de sus miembros nos conduce a entender quiénes somos, sanar el pasado y, con esta acción, incluir el perdón, la comprensión de lo que somos, sea nuestra elección la de pertenecer a un clan con experiencias penosas, caóticas, dolorosas o, a un sistema familiar que nade en la abundancia de acontecimientos felices.
Ofrezcamos pues un gran legado a nuestros descendientes, y con ello a la humanidad. Un legado de perdón al pasado para liberar el rencor, el odio, la venganza, las rencillas, la negatividad y un sinfín de limitaciones a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos. Ofrecer así, la libertad de elegir una vida plena y abundante.
«LA EXTERMINACIÓN DE UN SÓLO SER HUMANO, CONVIERTE A LA HUMANIDAD EN UN ENTE MÁS PEQUEÑO (Gandhi)»
Maku Sirera Pérez
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