Si te digo que te quiero es que lo digo, si te digo que te amo es que lo siento. (Maku Sirera Pérez)
-QUINTO DÍA DE PRÁCTICA DE SOLTAR, DEJAR IR-
PAGA TUS DEUDAS
Hoy hablaré de deudas y no de deudas materiales sino deudas emocionales, cuyo peso y lastre, en la mayoría de las ocasiones, son mucho más intensas y limitantes que las materiales. Nos enganchan inconscientemente y van minando la libertad y la vida de las personas. Ser conscientes de cuándo fabricamos deudas emocionales y cuándo las permitimos, es imprescindible para vivirnos independientes, capaces, responsables de nuestros actos y sentir que nos relacionamos desde las decisiones propias y conscientes y aún más, es una maravillosa forma de practicar el desapego y ofrecer a nuestro alrededor honestidad y certeza.
Cuando regalas palabras a los demás que no salen de tu corazón, estás fabricando una deuda y te explicaré a que me refiero. Esa deuda irá directamente a un lugar en nuestro inconsciente al que yo llamo «paluego». En este lugar crecerá alimentándose de reproches y juicios, esperando ser mostrados en algún escenarios del futuro cargaditos de razón..
Antes de nada quiero decir, o más bien elijo decir conscientemente que hemos venido a este mundo de formas para sentirnos felices en la mayoría del tiempo, para caminar en la aprobación de la vida y para transcender todo aquello que hemos venido a transcender, y lo repito conscientemente. Desde esta versión en la que creo al 101%, cuando permitimos que nuestras acciones sean controladas por nuestro Ego, estamos olvidando quienes somos. Así adquirimos deudas emocionales, éstas aparecen cuando te comprometes contigo mismo a hacer algo y luego no cumples tu promesa. Luego aparecerán un sinfín de formatos que están relaciones entre sí.
Cuando hablamos de deudas, sea del tipo que sea, es porque estamos tomando algo de alguien que nosotros no tenemos en ese instante, es decir, en el momento que se da la experiencia y tomamos algo prestado del otro, lo primero que tenemos que pensar es que nosotros no lo tenemos, (o eso creemos) y caminamos pidiendo a quien creemos que lo tiene y nos lo puede dar. Bien, hasta aquí todo claro, lo siguiente es que si no es nuestro, en algún momento lo tendremos que devolver, puesto que ya sabemos que lo «hemos pedido» o lo «hemos tomado» . A nivel inconsciente nos vivimos en la carencia y ya hemos hablado muchas veces que la carencia, es una de las características que nos facilita saber que nos encontramos en un estado egótico.
Recuerdo que el primer día hablaba de observar, antes de salir a los escenarios de vida, desde qué estado elegíamos hacerlo, desde dónde nos comunicábamos, cuál era la energía que fabricaba o creaba las experiencias o los escenarios que habíamos elegido vivir. Si nuestro estado es carente, nos encontramos en la fábrica de Ego y desde aquí, saldremos al mundo para vivirnos. Si nuestro estado es abundante, nos encontramos en la casa de Dios, nuestra esencia Divina, en la creación y desde ese estado saldremos al mundo a relacionarnos, a regalar lo que somos; sin peticiones, sin carencias, sin deudas, desde la certeza que la abundancia es en nosotros.
Pues bien, vuelvo al tema de regalar palabras que no salen de nuestro corazón. Estas palabras salen de una estado egótico, fabricadas sobre la carencia con una petición de amor. Si emitimos palabras como «te quiero», «me encantas», «me gustas», «quiero verte», y éstas salen desde la fábrica de Ego, las decimos para obtener algo, para que vengan devueltas cargaditas de «aprobación» o «reconocimiento», buscamos a mamá o/y a papá en los escenarios que estamos viviendo. Desde aquí, nos vivimos como niños dando la espalda al mundo y a la vida y te recuerdo que …
EL UNIVERSO TE GARANTIZA LA DEVOLUCIÓN DE LO QUE DAS
Si estamos de espaldas a la vida y pedimos aprobación o reconocimiento en nuestras palabras o acciones, es porque nos sentimos carentes de amor y estas palabras salen esperando ser devueltas, y ya no tanto las palabras sino lo que esperamos del otro al decirlas, es decir, se genera una deuda que tendrás que devolver tú, nunca es una deuda del otro. Sigo explicando esto, si el que emite estas palabras por falta y carencia eres tú, esperando algo a cambio, el carente y falto eres tú, es por esto que das esperando y en cada petición desde este lugar, vas incrementando la creencia de que «no vales, nos mereces, no eres suficiente». De esta forma, como el otro no devuelve lo que esperamos, puesto que la deuda no es suya sino tuya, tu estado de frustración, enfado, abandono, rechazo, traición o injusticia, puede subir a niveles importantes. Este estado te llevará a seguir pidiendo al otro de formas menos amorosas cada vez, aumentando tu deuda contigo mismo.
Es importante la observación de todo cuanto decimos y hacemos, sin embargo, esto no va de culparse, ni de «MACHACARSE» no. Ya sabes que todo lo que no es amor, es miedo, con lo cual, todo lo que no es amor, es Ego y ya sabes que Ego, es cien por cien asesino emocional y no hace amigos, ni rehenes.
Te recuerdo que eres totalmente inocente en cada instante vivido y que te vives con las herramientas que tienes disponibles a nivel consciente en cada momento. Si cada día, te sientes capaz de ver las experiencias vividas ayer de otra manera, «¡CELÉBRALO!, ya sabes hacerlo de otra forma, siendo capaz de practicar lo nuevo en el presente.
¿Cómo se pagan las deudas emocionales que has adquirido en el pasado? Celebrando que ya sabes hacerlo de otra forma y practicando en cada escenario diario. Observa desde dónde salen las palabras que vas a regalar, ¿Desde el amor o desde el miedo?
¿Como saber si son emitidas desde la casa de Dios, desde tu propia creación abundante, desde el amor que eres y la certeza de que tienes todo lo necesario para vivir la experiencia que has elegido? Muy sencillo, observa si lo que vas a decir o hacer por el otro, espera una devolución del otro. No estoy hablando de que no exista un «QUID PRO QUO» o «DO UT DES», esto lo explicaré dentro de unos días, estoy hablando de no fabricar con tus expectativas esas palabras. Decirlas porque sí, porque las sientes, que salgan de tu corazón y que desde ese mismo instante ya no te pertenezcan.
Imagina que eres un frigorífico y estas lleno de tomates, pepinos, cebollas, berenjenas. Con la certeza de que ofreces lo que tienes, sabiendo que una vez que sea tomado por tu ofrecimiento, jamás volverá al lugar de donde salió, siendo excelente en ese dar, sumando a lo que otros tienen y aportando para formar un conjunto de manjares, formas parte de algo más grande que tú y se crea el milagro de la relación. El otro aportará de la misma forma y con la misma certeza, y seguramente sus ingredientes sean distintos y eso haga que el alimento se convierta en magia. Si por el contrario te sientes carente, resultará difícil que ofrezcas lo que tienes desde el desapego, si lo das esperando que el otro te lo devuelva, el milagro de las relaciones no se dará, ese alimento conjunto no será y te sentirás engañado y defraudado con lo que ofreciste. Habrás creado una deuda hacia el otro, que sólo puedes pagar tú.
Hoy vas a elegir personas que sientas que no te dan en la misma medida que tú ofreces, piensa por un momento y elige cuantas personas quieras. En tu libreta de SOLTAR, escribe su nombre y todo aquello que te gustaría que ella hiciera o te dijera o todo aquello que no te da, como si estuvieras teniendo una conversación real con esa persona, con todo lujo de detalles. Una vez sientas que ya has terminado tu conversación con todas las personas que hoy has elegido, cambia el nombre de ellas por el tuyo, sustituye su persona por la tuya y observa que sientes. Puedes escribir todo lo que te venga a la mente y lo que sientas desde el corazón, una vez te hayas visto en primera persona seguramente tu mirada cambiará y estarás en disposición de soltar.
Hoy va de SOLTAR el pasado y las deudas que hemos ido adquiriendo con las relaciones inconformes y con las personas que decidimos, en algún momento, cargar y enviar a trocitos de vida al lugar llamado «paluego». Desintoxicar nuestras emociones, nuestra mente y por tanto nuestras acciones es vital para transitar por el camino de la felicidad. Cerrar ciclos, cerrar historias, soltar momentos, soltar pasados, soltar deudas, soltar emociones, cortar lazos, romper cadenas emocionales, soltar mochilas, es una acción vital para vivir esta vida. Es más sencillo de lo que pensamos.
Si quiero, puedo. Si no puedo es que no quiero.
CAMBIAR «TÚ» POR «YO ME PERMITO»:
Tú eres…
Tú me has hecho…
Tú me provocas…
Tú estás… Tú me haces sentir…
Tú me niegas…
CAMBIA POR
Yo soy…
Yo me permito que me hagas… Yo me hago…
Yo me permito que me provoques… Yo me provoco…
Yo me permito estar…
Yo me permito que me hagas sentir… Yo me provoco sentir…
Yo me permito que me sienta negado… Yo me niego…
Cuando termines, arranca las hojas escritas en la libreta de SOLTAR y seguidamente utiliza un bolsa para desprenderte de los papeles donde lo has anotado, o cualquier cosa que te sirva. El último paso diario, será llevarlo al contenedor más cercano a tu casa. Es importante realizar este gesto para terminar con la práctica del desapego y que tu mente inconsciente lo integre, generando con ello un pequeño cambio y dejando paso a lo nuevo.
Al desprenderte del objeto, al tirarlo al contenedor, di estas palabras:
“GRACIAS POR CAMINAR HASTA ESTE INSTANTE CONMIGO, YA ES SUFICIENTE PARA MI DE ESTO. CANCELO MIS DEUDAS HOY Y DEJO ENTRAR LA ABUNDANCIA Y EL PERDÓN.
Seguidamente, en la libreta CREADORA, escribe estas frases que a continuación te facilito o las que tú sientas que tiene que ver con CELEBRAR, ya sabes que me refiero a que te sientes libre de deudas y que a partir de este momento ya puedes elegir observar, desde que estado emites tus palabras y tus acciones. Descríbelo con todo lujo de detalles, anótalo en la libreta añadiendo en cada uno “el porqué” y ” el para qué”, esto es muy importante durante este proceso y con la mano en el corazón y desde este pensamiento… déjate llevar.
- Me siento capaz de ofrecer sin esperar.
- Quiero expresar mis sentimientos sin miedos.
- Me mostraré sin expectativas.
- Soy certera.
- Soy inocente.
- Soy totalmente amada.
- Soy responsable de lo que digo, el otro nada tiene que decidir.
- Elijo mis relaciones.
- Elijo mis encuentros.
- Mis palabras salen de mi corazón.
- Me siento capaz de dar sin esperar.
Recuerda, las afirmaciones, anotaciones o escritos en la libreta CREADORA, deben ir en afirmativo, positivo, presente.
En la caja mágica, guarda esas frases que has escrito hoy y que van a formar parte de tu vida durante un tiempo a partir de ahora, cada vez que quieras recordar, tienes un lugar físico que visitar para pasar por tu corazón las palabras sentidas.
QUERIDA “CAJA MÁGICA” (SEGUIDO DEL NOMBRE QUE LE HAYAS PUESTO), AQUÍ TE ENTREGO PARA QUE ABRIGUES MI CORAZÓN, CONFÍO. GRACIAS POR TANTO
Maku Sirera Pérez
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