Cuida tu cuerpo, no tienes otro lugar donde vivir.
Maku Sirera Pérez

-DÉCIMO QUINTO DÍA DE PRÁCTICA DE SOLTAR, DEJAR IR-

SOLTAR EL ESTRÉS

Parece que vivir ocupada es señal de mostrarnos al mundo como una persona activa, llena de vida social, con mucho trabajo, relacionada, reconocida, aprobada, etc. Sin embargo esto, en la mayoría de las veces por no decir todas, no es signo de bienestar sino, más bien, todo lo contrario.

Si desde que te levantas hasta que te acuestas, estás sin parar de hacer cosas, con todos tus minutos ocupados en hacer, hacer y hacer, pues eso, estás en el hacer y con este comportamiento, es facilísimo olvidarnos del ser, que es lo más importante para permanecer en este mundo de formas, ya que es lo que le da paso al hacer.

En los primeros días de este reto, hablaba de la importancia del orden y también de la gestión de la procrastinación. Las dos son igual de importantes, en su justa medida, como todo lo que alcanza el equilibrio. Mantenernos en todo momento ocupadas no es vivirnos es un estado de bienestar, sino buscar fuera lo que creemos no tener dentro. Nos da miedo la soledad y caminamos llenar el vacío esistencial que inconscientemente sentimos.

LOS VACÍOS DEL SER, NO SE LLENAN CON HACER

Hoy, quiero hablarte del exceso de «quehaceres» y del estrés que conlleva alcanzar niveles altos de ocupación durante todas las horas del día, exceptuando las horas de sueño, claro, en el caso de que el estrés no “ATAQUE” también al sueño. Uno de los motivos para realizar este reto de 21 de SOLTAR, es tomar consciencia de la cantidad de circunstancias, momentos, escenarios y experiencias que permitimos en el día a día que nos mantienen en un estado de toxicidad, maltrato hacia una misma, desequilibrio, desorden, supervivencia, etc, es decir en un estado egótico, donde nos vivimos carentes y con miedos. Éstos, en este caso, suelen estar escondidos o camuflados con demasiada actividad o con creencias que transformen todo esto en “NORMALIDAD” o, en ocasiones, ser más evidentes aunque no hagamos nada para evitarlos.

Desde la quietud y la calma, será más fácil que puedas encontrar la paz, tomar consciencia de hacia dónde se dirigen tus pasos y ser consciente de qué te permites vivir y cómo. ¿Dónde quieres estar dentro de un año? Y no me refiero a un lugar, que también, me refiero a, ¿En qué estado te quieres vivir dentro de un año?, ¿De qué forma?, ¿Con qué emociones?, ¿Con qué sentimientos?, ¿En qué estado?

¿AMOR O MIEDO?

Siendo que ya has llegado al día 15 de este reto, estoy convencida que habrás tomado consciencia de otras formas de mirar la vida y  tu mente consciente, estará ampliando sus concepto y facilitando tu mirada hacia la paz y el equilibrio.

Un pensamiento positivo es 200 veces más poderoso que un pensamiento negativo. Una actitud calmada en las experiencias diarias es 100 veces más efectivo que una actitud dramática, agresiva o “ESTRESANTE”. Cuando nos movemos en la vida desde el estrés, nuestro cuerpo físico sufre, nuestro sistema inmunológico se deteriora y es fácil que los síntomas o las enfermedades aparezcan para frenar ese ritmo frenético. En realidad, como ya he comentado a lo largo de estos días, siempre hay una buena noticia y siempre estamos rodeados del poder del AMOR que nos sostiene, nos sustenta y nos guía para que salgamos, por “LA SEGUNDA SALIDA A LA DERECHA”, de esa rotonda emocional en la que nos mantiene nuestra mente egótica permitiendo, desde esa actitud inconsciente, una vida de sucesos que nos conducen por el camino de la infelicidad, la repetición y el sufrimiento. Esto, en ocasiones, lo tenemos tan integrado o tan normalizado, que nos tiene que ocurrir algún suceso drástico para tener la oportunidad de plantearnos la vida de otra forma, cambiando nuestro ritmo y dando un giro importante a nuestro comportamiento.

CUANTO MAYOR ES EL ESTRÉS QUE PERMITIMOS, MAYOR SERÁ LA CIRCUNSTANCIA QUE PROVOQUE EL CAMBIO

Permanecer excesivamente ocupadas en el día a día, es signo de no querer estar a solas con una misma, es estar en modo petición constante. “No hacer nada, de vez en cuando, también es hacer algo  beneficioso”. Dedicar unos minutos a nuestra respiración, meditar, disfrutar unos segundos más al día del momento de la ducha, impregnarnos de crema después del baño de forma consciente, comer sentada, escuchar música relajante mientras contemplamos la salida del sol, o hacerlo en silencio, caminar contando los pasos, o escuchando el golpear de las olas, saborear un taza de té, observar a tu hijo caminar o reír, cerrar lo ojos para atender o cualquier acción que nos lleve a la presencia, a vivir ese instante desde la consciencia, aportando con ello beneficios a nuestro cuerpo, es contribuir a que ese lugar que es de urgente necesidad para vivir esta experiencia humana, no sólo se conserve en buen estado, sino que lo hagamos desde el merecimiento, la valía y sintiéndonos suficiente.

Te pregunto entonces, si no sabes o no quieres estar contigo misma a solas, ¿Por qué querrán otras personas? Si necesitas estar siempre “HACIENDO”, ¿Cuándo “ERES”? Si el universo te garantiza la devolución de lo que das y estás siempre ocupada “HACIENDO”, ¿Él siempre te enviará experiencias para estar ocupada y “HACIENDO”? Con total seguridad diría que sí a esta última pregunta y no a la primera.

Una de las formas más efectivas de gestionar el estrés es respirando conscientemente. Llevar nuestra atención a ritmo, la frecuencia y el tono de respiración siempre que lo deseemos o así lo elijamos. Tomar consciencia del acto de respirar, es una magnifica manera de gestionar nuestro interior y transformar nuestras emociones a nuestro favor

APRENDER A VIVIRNOS EN LA TORMENTA SIN FORMAR PARTE DE ELLA

Se suele respirar de forma automática e inhibida, sin embargo, una respiración consciente y plena ayuda a mantener la salud física y mental. A través de la respiración, el ser humano se conecta con el medio en el que vive. El aire actúa como un cordón umbilical que nos mantiene unidos con el exterior.

Aprender a ser conscientes del acto de respirar, a respetarnos y entendernos, tomar consciencia de la importancia de la respiración, aprender a equilibrarnos y a meditar a través de la respiración y a conocer nuestro cuerpo por dentro y por fuera, es una de las mejores formas de darnos vida, bienestar y enfocar nuestras decisiones a transitar por el camino de la paz y la felicidad y soltar «LA NECESIDAD y LA INCERTIDUMBRE.

La respiración actúa como puente entre lo físico, lo emocional, lo mental y nuestro entorno y nos mantiene conectados con la vida misma.

Observar el ritmo, la frecuencia, la duración y la calidad o la profundidad de la respiración y aprender a gestionar en la presencia, es darnos la oportunidad de vivirnos en el presente, ahora y darnos la oportunidad de soltar todo escenario de apego. Inhibir o limitar la respiración repercute en músculos y tejidos, muchas dolencias, contracturas y/o enfermedades son consecuencia de una inadecuada respiración.

Existen varios tipos de respiración consciente que te pueden ayudar a iniciarte en el arte de la observación y la respiración y, cuánto más lo practiques, más fácilmente gestionarás el estrés, hasta el punto de que no te afecten las circunstancias externas si tú no decides que así sea o bien, se den circunstancias muy dramáticas que no esté en tu mano poder manejarlas y aún así, serán más llevaderas.

COOPERAR CON LO INEVITABLE, A TRAVÉS DE LA RESPIRACIÓN

RESPIRACIÓN ALTA O CLAVICULAR

RESPIRACIÓN INTERCOSTAL O TORÁCICA

TRES RESPIRACIONES EN UNA

Generalmente realizamos respiraciones claviculares, torácicas o abdominales. La primera es la más limitante, ya que permite recoger menos aire.

  • La respiración alta o clavicular: es la que se suele activar inconscientemente cuando se está nervioso o agitado. Suele provocar respiraciones cortas y poco oxigenadas. Los músculos del cuello tiran de las costillas superiores hacia arriba, y éstas arrastran a las demás, sin apenas activar el abdomen ni el diafragma. Es la forma menos recomendada de respirar, pues gasta mucha energía y obtiene poco rendimiento, aunque, bien utilizada, es decir, expandiendo ampliamente el tórax y dirigiendo el aire lentamente hacia la zona alta del pecho, puede prevenir y aliviar contracturas, trastornos respiratorios y mejorar la acción cardiaca.
  • La respiración intercostal o torácica: es la más habitual y, aunque más aconsejable que la anterior, también es deficiente. Las costillas y el diafragma se levanta ligeramente y el pecho se dilata, lo que impide una buena oxigenación. Ejecutada a conciencia, amplía la capacidad pulmonar y contribuye a purificar el aparato respiratorio, pero no es la más indicada para regenerar el organismo.
  • La respiración abdominal: es la más recomendable de las tres. El aire inspirado por la nariz llega al fondo de los pulmones y el descenso del diafragma expande el abdomen. El diafragma, que en reposo esta arqueado hacia arriba, presiona sobre los órganos proporcionando un ligero masaje. Es la respiración idónea para prevenir trastornos gastrointestinales, sedar al sistema nervioso, desbloquear tensiones e inducir a la relajación.
  • Unir estas tres respiraciones: en una permite realizar una respiración completa y multiplicar los beneficios. Al inhalar, se lleva el aire hasta abajo dejando que sobresalga el abdomen.

(Fragmento de Meditación consciente)

Hoy vas a buscar globos, el color es indistinto aunque el tamaño es preferible que sea pequeño, pues para el ejercicio de hoy, necesitas un mínimo de esfuerzo para ser consciente del poco aire que normalmente recogemos en nuestras inhalaciones. Si adquieres globos pequeños, estos que se suelen utilizar para llenarlos de agua, sería fantástico para este ejercicio.

En tu libreta de SOLTAR hoy vas a escribir situaciones, personas, circunstancias o lo que te venga a la mente que te sugiera estrés y sientas que lo provoca. Enumera y explica porqué. Una vez lo tengas enumerado, lee cada una por separado y escoge un globo cada vez. Te describo como se realiza el ejercicio de hoy.

  1. Escoge lo primero que has escrito, léelo y detén tu mente en todo lo explicado.
  2. Una vez hayas retenido en tu mente lo anterior, escoge un globo pequeño y a medida que hagas el impulso de inhalar para llenar los pulmones de aire, piensa en lo que acabas de retener y luego exhala, SUELTA añadiendo mentalmente la siguiente frase…

YA ES SUFICIENTE PARA MI DE ESTO. ¡YA ES SUFICIENTE!

  • Repite esta acción hasta que el globo se haya llenado suficiente.
  • Cada vez que exhales después de llenar el globo, repite la frase.
  • Una vez esté lleno, hazle un nudo para que el aire sea retenido en el interior del globo.
  • Y DÉJALO CAER AL SUELO.
  • Repite de nuevo con el siguiente y así sucesivamente y cada vez con un globo diferente.

Cuando hayas terminado con todo lo que has enumerado, me imagino que tendrás varios globos llenos por el suelo, bien, busca un alfiler y explota los globos diciendo en voz alta

HASTA AQUÍ EL ESTRÉS DE ESTA SITUACIÓN, ¡YA ES SUFICIENTE PARA MI DE ESTO! ADIÓS

Ya sabes qué hacer con lo que has escrito y con los restos de los globos rotos que han quedado por el suelo. Cuando eches al contenedor todo lo que hoy te corresponde desprenderte, da las gracias y di adiós

HASTA AQUÍ EL ESTRÉS DE ESTA SITUACIÓN, ¡YA ES SUFICIENTE PARA MI DE ESTO! ADIÓS

Seguidamente, escribe en tu libreta CREADORA…

OBSERVAR LA RESPIRACION: Este ejercicio relaja y mejora la concentración, pero es además una buena forma de entrenar la mente para la meditación y es muy poderoso para eliminar el estrés y practicar el «DESAPEGO».

  1. Como empezar. Puedes tumbarte, o sentarte con las piernas cruzadas o en loto, si estás habituada a hacerlo. Es importante asegurarse de que nuestra espalda está recta. Cierra los ojos y empieza a inhalar y exhalar, escuchando el sonido del aire, y visualizando como el aire entra por la nariz, pasa por la garganta y llega a los pulmones. Imagínalo entrando por las fosas nasales, pasando por la garganta, los pulmones y llegando a la sangre. Cuando exhales, haz el recorrido inverso.
  2. Observar sin juzgar. Con la práctica no solo visualizarás sino que sentirás el aire y te descubrirás en el presente, en absoluta presencia. Detén la mente en la acción de inhalar, en la temperatura del aire cuando entra en nuestro cuerpo y cómo al exhalar, la temperatura sube. Observa también la textura de tu respiración: si es suave o áspera, rápida o lenta, regular o irregular, sin juzgar o tratar de cambiarla.
  3. Aceptar y soltar el control. Si la presencia se dispersa, que es muy probable, trata de volver a focalizarla en la respiración, sin juicios, desde la aceptación del instante, “NO TE MACHAQUES”, “SUELTA EL JUICIO HACIA TI”, “SÉ AMABLE CONTIGO” y retoma la atención en tu respiración. Siente que no podía ser de otra manera, porque no ha ocurrido de otra forma, eres un alma viviendo una experiencia humana, eres inocente, atiéndete con amabilidad. Vuelve a la respiración observándola durante unos minutos. Cuando estés totalmente cómoda y hayas aceptado que tu respiración es la que es, deja que se suavice, se calme y adquiera un ritmo.

Cuando inhales, hazlo en 5 tiempos, es decir, el primer tiempo, cuando inhales con la parte baja, llenando desde el vientre, cuenta 3 (1), detén la respiración sin soltar el aire cuenta 2 (2), vuelve a inhalar, esta vez con la parte alta, llenando desde el pecho, sin soltar el aire anterior, cuenta 5 (3), detén la respiración sin soltar el aire, cuenta 2 (4) y exhala, suelta despacio y de una vez contando 7 ó 9 (5), vaciando totalmente y desde la amabilidad, hasta donde tú puedas.

Al mismo tiempo que seas consciente de la respiración y de sus ritmos, repite mentalmente…

“GRACIAS POR EL ACTO DE RESPIRAR QUE ME MANTIENE VIVA Y EN LA VIDA. SOY COMPLETA CON ESTE ACTO. ME VIVO EN LA PRESENCIA, ELIJO LA PAZ AHORA. ¡GRACIAS!”

Este ejercicio es altamente recomendable y muy potente si se practica todos los días, al menos una vez, aunque sería magnífico para tu salud y para gestionar el estrés, practicarlo varias veces al día. En un principio, realizarlo por la mañana, al levantarte y por la noche antes de acostarte, sería un buen comienzo para crear un hábito saludable. Cuanto más lo practiques, más fácil será entrar en observación y aceptación, facilitando con cada práctica la gestión del estrés.

Hoy, en tu CAJA MÁGICA guarda este escrito que te lleva a la observación y la respiración consciente y añade un incienso o algo que te recuerde el olor de la calma y la quietud. Es un maravilloso lugar para guardar la paz en forma de objeto que se inhala.

                Maku Sirera Pérez